“Quisiera más años así”

El 2015 fue un gran año para Julión Álvarez

El 2015 fue un gran año, pero Julión Álvarez dice que espera tener muchos más de rotundo éxito.

“Ojalá no sea el mejor. Quisiera más años así. Sí fue muy bueno, en cuanto a reconocimientos y eventos exitosos.

“Fue muy satisfactorio, gracias a Dios. De trabajo estamos sobrados y acabamos de cerrar la gira (el 13 de diciembre en la Feria de Chiapas). Éste será el único mes que descansamos, y de ahí pal’ real. Desde mediados de enero arrancamos”, señaló.

Descanso es una palabra que parece no existir en su cotidianidad. Un par de días antes de salir de vacaciones (el 12 de diciembre) Álvarez, de 32 años, tuvo un concierto en Querétaro. Por la tarde viajó a la capital chiapaneca para ofrecer su primero de dos shows el palenque de la ciudad.

Antes de salir a escena, atendió a unos medios locales en un reducido camerino. 

Estaba enfermo de gripa, una ronquera inusual y sus constantes interrupciones para sonarse la nariz lo delataron. 

Aún así se entregó a plenitud a los 3 mil 500 asistentes durante las tres horas de su espectáculo.

Esa manera de comprometerse con su público demuestra por qué el oriundo de La Concordia, quien salió de su tierra hace 14 años para conquistar la música regional, en Sinaloa, cosechó todos lo que hoy goza.

Fue de los artistas más escuchados de México, en Spotify, y tuvo 140 presentaciones totalmente vendidas en en País y Estados Unidos. Su equipo estima que 2 millones de personas lo vieron en vivo. 

También sumó colaboraciones importantes, como con Juan Gabriel en la segunda parte de su disco de éxitos, para el que interpretó “La Frontera”, y con Mane de la Parra, con quien hizo dueto en “Cuéntame”, que salió en la telenovela Amor de Barrio.

“De repente es medio pesado la cuestión de sonreír siempre. Si no lo hago hasta me lo reclama la gente. 

“A veces uno trae la cabeza en otro lado, y si no sonríes, ya no queda uno bien. Eso es parte de mi día”, destaca en la charla.

Previo a su último show del año, la primera actividad de su jornada fue esta plática. 

También se abrió espacio para atender a sus fanáticos durante su recital. En las primeras filas del ruedo saludó a todo quien que se le acercaba; y hasta se tomó fotos con bebés que le pasaban muchos padres, orgullosos de que Julión los cargara.

Recibió, con gestos coquetos, todas las rosas que las más aventadas de sus fans le entregaban en la mano.

Y de igual forma, brindó (con refresco y tehuacán) con aquellos admiradores eufóricos por el licor y la cerveza que corrían como ríos en aquel rincón de la selva chiapaneca.

“De veras que hago rendir mi tiempo. Ahora ando sin dormir porque, antes y después del evento, había muchos amigos, saludé a ganaderos, empresarios, y aproveché para estar con mi familia”, compartió.

En estas fiestas decembrinas lo único que Julión desea es estar rodeado de sus seres queridos. 

“Hace cuatro o cinco años probé la cuestión de ir a una playa con toda mi familia. Pero no lo disfruté tanto. 

“Ahora me gusta venirme a mi pueblo (La Concordia) a cenar tradicionalmente, darnos el abrazo, prender luces de bengala y tronar uno que otro cohete que echamos. Eso es lo que realmente gozamos”, manifestó.