La rabiosa aparición del operativo Omega en domingo y desde temprana hora, sorprendió a decenas de familias que tuvieron que suspender sus paseos y regresar en pesera o de raid a sus hogares. Microbuses, taxis, vehículos particulares (autos, camionetas y motocicletas) eran sometidos a revisión y por lo menos unos 50 vehículos fueron a parar al corralón, infraccionados.
Algunos porque sus conductores no contaban con documentos que acreditaran la legal procedencia de los vehículos, otros por ser americanos y circulaban sin placas, unos más por no traer licencia para conducir.
Les daban la opción, en algunos de los casos, de dejar sus licencias infraccionadas y llevarse las unidades, pero en otros casos, tanto los agentes viales como los militares actuaban de manera inflexible e inconmovibles. Veían a los padres de familia, cargar a sus pequeños hijos alejándose del lugar, con una mezcla de coraje, impotencia y desconcierto.
Uno de los automovilistas, residente en la colonia Arco Iris descendió de su unidad y no pudo contener su rabia y les gritó “son unos rateros. Nomás vienen a robarnos… son injustos y aprovechan que el gobierno no ha querido autorizar la legalización de nuestros vehículos, para robarnos, porque esto que hacen es un vil robo”.
El taxista Rubén Darío González García, pensionado de 62 años, comentó que él recibe 2 mil 600 de pensión por parte del IMSS, insuficientes para mantener a su familia.
“Por eso ando de taxista, en un auto sin placas, para ayudarme, pero ya con ésta son 3 veces que me encuentro con el operativo en menos de 15 días”, dijo.
La primera vez le cobraron 800 pesos de infracción y un mil 200 pesos de grúa; la segunda 350 de infracción y 400 pesos de grúa y la tercera, estaba esperando que le dijeran a cuanto ascendería el monto. Un militar que escuchaba los comentarios de Rubén Darío, lanzó la frase temeraria: “Y, así va a seguir, hasta que ponga sus documentos en regla”.
Otros conductores no quisieron expresar su sentir, pero se observaba en sus rostros el reflejo de la frustración de un domingo que tenían pensado dedicarlo a sus familias, paseos, compras del “Buen fin” y todo por causa de “La Mixta” o el operativo “Omega”.
El operativo se instaló desde las 9:00 horas en ambos sentidos de la carretera a Matamoros, frente al Texano Salón y a la Maderera y Ferretera Blanquita. Sabían que iban a caer muchos automovilistas, porque incluso prepararon las grúas en fila a unos cuantos metros de donde se instalaron los operativos.