Todos sabemos que hay muy pocas personas que se muestran con sinceridad en las redes sociales. Estos perfiles te permiten conectarte con todo el mundo y, a la vez, te dan la posibilidad de poder construir un personaje a tu medida, idealizado y con infinitos filtros. Uno mismo escoge sus mejores fotos, sus mejores reflexiones y sus mejores experiencias para compartir con los seguidores, distorsionando lo que realmente puede estar pasando: un montaje para ganar likes.
Todo esto deriva en una pregunta: ¿Podemos creer realmente en lo que nos están mostrando por las redes sociales? Instagram es una de estas redes, especialista en generar este tipo de reflexiones: es la nueva red de moda y nadie quiere quedarse abajo del carro del éxito.
Veamos hasta dónde pueden llegar las mentiras de la gente para mendigar unos cuantos likes más. Por Antonio Rosselot