Recibirá reo inyección letal, tercera este año

La ejecución programada para hoy martes en la noche; niega junta petición de clemencia

Huntsville, Texas

El dependiente de una tienda en los suburbios de Dallas estaba al teléfono con su novia cuando entraron dos personas, una de ellas con una escopeta recortada. Gregory Martin le dijo a su novia que creía que estaba a punto de ser asaltado y le pidió que llamara a la policía.

Cuando los policías de Plano llegaron al sitio encontraron a Christopher Vargas, de 15 años, parado sobre el cuerpo sin vida de Martin. También descubrieron a Gustavo García, de 18 años, escondido en una heladera de cervezas con la pistola cerca de él. Las autoridades determinaron que el arma había sido utilizada un mes antes en un asalto a una licorería en Plano en donde el cajero, Craig Turski, recibió un disparo letal.

Está programado que García, ahora de 43 años, reciba la inyección letal la noche del martes por el asesinato en 1990 de Turski. Sería la tercera persona en ser ejecutada este año en Texas, que pone a más reclusos en el corredor de la muerte que cualquier otro Estado.

Un juez federal dijo el viernes que no detendrá la ejecución y la Junta de Perdón y Libertad Condicional de Texas le negó una petición de clemencia. No se espera otra apelación, dijo el lunes Seth Kretzer, uno de los abogados de García.

En una Corte Federal de apelaciones los abogados de García argumentaron que los abogados en su juicio y en apelaciones previas no revelaron los detalles de una juventud de abusos e influida por alcohol y drogas.

CULPA EVIDENTE

“La culpa de García es evidente”, respondió Fredericka Sargent, asistente del fiscal general de Texas.

El Día de Acción de Gracias de 1998, García y otros cinco reclusos subían por una reja de tres metros (10 pies) de la prisión cuando agentes abrieron juego y se rindieron.

Un sexto recluso, Martín Gurule, logró escapar y fue el primer reo en huir del corredor de la muerte de Texas desde que un miembro de la pandilla de Bonnie y Clyde se fugara en 1934. 

Su cuerpo fue encontrado alrededor de una semana después en un río a unos kilómetros de la prisión. Una autopsia mostró que se había ahogado.

“Por lo menos lo intentó”, dijo Garcia en una entrevista en 1999 con The Associated Press. “Da más miedo enfrentarte a la ejecución”. Se negó a ser entrevistado al acercarse la fecha de su pena capital.