CIUDAD DE MÉXICO
Quiso ser candidato a la Presidencia en 2012 y fue derrotado por Josefina Vázquez Mota; buscó la dirigencia del PAN en 2014, y Gustavo Madero le ganó la interna.
En 2013 fue separado de la coordinación de los senadores panistas y en 2017 llegó a la Presidencia del Senado con el respaldo del PRI y el rechazo del PAN.
Y hace dos meses fue expulsado del partido al que se afilió en 2004. La historia de Ernesto Cordero está vinculada al apogeo y caída del calderonismo.
Ayer Cordero, en su calidad de Presidente del Senado, anunció que ponía fin a una carrera de 15 años en la política.
“Estoy muy contento de cerrar mi vida pública-política en un evento como este. Vámonos a emprender proyectos en la vida privada”, dijo, durante un acto de la Comisión de Igualdad.
Actuario de profesión, conoció a Felipe Calderón en los años 90, cuando ambos estudiaban sus posgrados en Harvard. A su lado fue acumulando cargos públicos en su currículum.
Se le recordará por frases como la que pronunció siendo Secretario de Hacienda, en 2011: “Una familia puede, con seis mil pesos al mes, tener crédito para vivienda, para un coche, y hasta se dan tiempo de mandar a sus hijos a una escuela privada...”.
En la agonía de su sexenio, Calderón aún logró imponer a Cordero como coordinador de los panistas y presidente del Senado, posiciones desde las que disputó a Madero -dirigente del PAN- la interlocución con el Gobierno de Enrique Peña Nieto en el Pacto por México.
Madero logró separarlo de la coordinación del grupo panista en septiembre de 2013, y cuando Cordero quiso ser presidente nacional panista, en mayo de 2014, fue aplastado por Madero, quien se reeligió como líder en fórmula con Ricardo Anaya, y respaldado por gobernadores y liderazgos locales.
La derrota de Cordero en ese proceso interno significó la caída definitiva del calderonismo. A partir de ahí, Cordero se convirtió en un senador más, y mantuvo su distancia con Ricardo Anaya. (Reforma)
Fiel a Calderón hasta el final, en 2017 decidió apoyar el proyecto presidencial de su esposa, Margarita Zavala. Y, en este año, manifestó su apoyo a José Antonio Meade en plena campaña, e incluso se prestó para denunciar a Anaya por lavado de dinero, lo que le valió la expulsión del partido.
“El PAN es la oposición que México va a necesitar desesperadamente, y acuérdense de mí, al tiempo, y ojalá que quien se apoderó del PAN, tenga un acto de contrición. Vean el daño que le han hecho no sólo al PAN sino al País.
“El PAN necesita un presidente fuerte, un presidente incluyente, que no sea de la misma camarilla que llevó al PAN al desastre”, remató Cordero.
Poco más de 15 años de carrera política llegaron a su fin ayer, cuando el senador -reconocido por los priistas y defenestrado por los panistas- anunció su retiro a partir del término de la 63 Legislatura.