A 18 metros de altura, personal de la constructora Estrada repara la fachada de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
A pesar de la rudeza de su trabajo, estos hombres buscan a toda costa no dañar el enorme Cristo que da la bienvenida a los fieles que a diario, acuden a misa.
Con martillo y cincel, retiran el material que ha sufrido algún desperfecto pues el paso del tiempo, no perdona siquiera la casa de Dios.
Estos trabajadores, seguramente reciben ayuda “divina” primero, para perderle el miedo a las alturas y después, para que la parroquia quede como nueva.
Para ello, suben un enorme andamio no sin antes tomar las medidas necesarias para su seguridad.
Se atan a una cuerda de seguridad y comienzan a escalar el andamio que aunque parece una tarea sencilla, en realidad no lo es.
José Estrada Morales es el encargado de los trabajos que se realizan en esta parroquia donde hace apenas unos días concluyeron con el interior del inmueble.
“Ahorita trabajamos en la remodelación del frente de la iglesia. Estamos tratando se sacar todo el material y restaurarla al cien por ciento”.
En el frente dijo, los trabajos tardarán al menos, un mes y medio.
“Cuando acabemos vamos a restaurar el mármol del exterior. yo creo que nunca se habían hecho estos trabajos. En el interior ya trabajamos y quedó muy bien”.