Estados Unidos.
Grupos civiles deploraron el nombramiento de Stephen Bannon como estratega en jefe de la Casa Blanca, por considerarlo como uno de los más poderosos aliados de las causas de la supremacía blanca y el racismo en Estados Unidos.
Nombrado este domingo como estratega en jefe y asesor senior del nuevo gobierno de Donald Trump, Bannon arriba a la Casa Blanca luego de dirigir la campaña presidencial republicana y de encabezar el sitio de noticias por excelencia de la ultra-derecha en Estados Unidos, Breitbart News.
Desde su trinchera en Breibart, Bannon, de 62 años de edad, supervisó algunas de las más incendiarias teorías de la conspiración escritas durante el actual ciclo electoral en una plataforma que difunde “noticias” consideradas racistas, anti-semitas, anti-gay, misóginas e islamofóbicas.
El Centro Legal para la Pobreza del Sur (SPLC), organismo que monitorea los movimiento racistas en Estados Unidos, cataloga a Breitbart como un semillero del racismo y de las ideas vinculadas a la supremacía blanca en Estados Unidos.
Su reacción al nombramiento de Bannon, de acuerdo con un mensaje en su cuenta de mensajes Twitter, fue: “Trump debe rescindir esta contratación. En su discurso de la victoria, Trump dijo que tenía la intención de ser presidente para todos los estadunidenses. Bannon se debe ir”.
Mientras tanto, el Consejo para las Relaciones Estadunidenses-Islámicas (CAIR) deploró el nombramiento de Bannon como estratega en jefe, el puesto que se considera como “más cercano al oído” del presidente de Estados Unidos.
“El nombramiento de Stephen Bannon como el principal estratega de la administración envía el perturbador mensaje de que las teorías de la conspiración anti-musulmanas y las ideologías blancas nacionalistas serán bienvenidas en la Casa Blanca”, dijo Nihad Awad, director ejecutivo de CAIR.
Breitbart, un sitio de noticias fundado en 2007, se ha convertido en el epicentro del movimiento conocido como Alt-Right, definido como el nuevo nombre de viejas ideas vinculadas a la superioridad racial aria y al más rancio conservadurismo.
Algunos de los encabezados de Breitbart: “Bill Kristol: saboteador republicano, judío renegado”, “¿Preferirías que tu hija padeciera feminismo o cáncer?”, “El control natal vuelve locas y poco atractivas a las mujeres” o “Novias lesbianas acosan a dueña de tienda por creencias religiosas”.
Bannon, un ex financiero del banco de inversión Goldman Sachs, ha sido también acusado de anti-semitismo por la Liga Anti-Difamación (ADL), cuyo director, Jonathan Greenblatt, manifestó que era un “día triste” que un promotor de la Alt-Right ocupara un puesto tan prominente en la Casa Blanca.
El señalamiento de anti-semitismo se fundamenta en algo más que “el periodismo” de Breitbart. En un litigio de 2005 sobre violencia doméstica, la exesposa de Bannon lo acusó de anti-semitismo y abuso físico, y declaró que el exbanquero se negaba a que sus hijas convivieran con judíos.
Bannon no ha sido el único empleado de Breitbart envuelto en escándalos públicos de alto perfil. Otra muestra es el popular editor Milo Yiannopoulos, quien orquestó una racista campaña de acoso en Twitter contra la actriz afroamericana Leslie Jones, protagonista de la cinta “Caza Fantasmas”.
La campaña, que causó que Jones suspendiera su cuenta en Twitter tras haber recibido docenas de mensajes racistas y misóginos, provocó finalmente que esta empresa terminara de por vida el servicio de Yiannopoulos.
No obstante las frecuentes críticas recibidas, la prominencia política de Bannon, así como la popularidad de Breitbart y del movimiento Alt-Right, se han disparado desde el inicio de la campaña presidencial.
De acuerdo con una medición de audiencias del sitio SimilarWeb, la audiencia de Breitbart creció de 89 millones de visitas en febrero pasado a 143 millones en agosto.
Pese a tales señales, Trump anunció el domingo el nombramiento de Bannon. Asimismo, anunció que Reince Priebus, exdirector del Comité Nacional Republicano, será el jefe de gabinete de su gobierno, un puesto que es probablemente el de mayor influencia en la Casa Blanca.
En el comunicado para informar sobre su decisión, Trump precisó sin embargo que ambos funcionarios operarían como “socios del mismo nivel” para transformar el gobierno.
“Tuvimos una muy exitosa alianza en la campaña, una que condujo a la victoria. Tendremos la misma alianza trabajando para ayudar al presidente electo Trump a cumplir con su agenda”, aseguró Bannon.