Treinta años tienen por lo menos una veintena de familias de la colonia Las Mitras respirando pura contaminación proveniente del dren El Anhelo por donde corren aguas negras.
Hay quienes ya se han acostumbrado al insoportable olor proveniente del afluente pero hay otros que han preferido emigrar a otro lugar para no seguir enfrentando el problema.
La situación empeora, comentaron algunos residentes del sector que viven a unos cuantos pasos del dren, cuando crece la hierba y arbustos en su lecho al grado de no dejar circular las aguas negras por lo que estas llegan a estar estancadas hasta por semanas.
En un principio las personas, sobre todo los niños y adultos mayores, presentaban enfermedades como dolor de cabeza y vómitos, pero al paso de los años se han ido haciendo inmunes a las consecuencias de la pestilencia derivada de las mismas aguas residuales.
Si la Comisión Nacional del Agua o a quien corresponda llevar a cabo los trabajos, mantuviera limpios los canales y drenes incluido El Anhelo, el problema sería menor y por ende el hedor, también, pero hay ocasiones en que pasan meses y meses y hasta años y no se les da mantenimiento a pesar de los llamados que hacen familias de colonias que están situadas a uno y otro lado.
Se han visto máquinas desazolvadoras en otros tramos del dren sobre todo a la altura del puente que lleva el mismo nombre por carretera Reynosa-Río Bravo, pero hasta acá no han llegado todavía para efectuar la misma labor que cada vez se hace más urgente, comentó un vecino.