En estado de ebriedad, un adulto mayor literalmente “toreaba” a los automóviles en la calle Herón Ramírez.
El hombre quien dijo llamarse Eusebio se instaló a mitad de calle para evitar primero, que los automóviles pasaran.
Posteriormente, intentaba sortear las unidades de forma temeraria, pidiéndoles a gritos, que se fueran por otra calle.
Algunas personas intentaron persuadirlo de continuar con esta acción, sin embargo ante la reacción agresiva de Eusebio, optaron por alejarse.
Nisiquiera el claxon de algunas unidades de transporte público, pudieron contener la euforia de esta persona quien continuaba tratando de alejar a los autos.
Esto provocó que los automovilistas detuvieran su marcha pues corrían el riesgo de arrollarlo cuando se lanzaba hacia las unidades.
No fue sino hasta que una persona decidió tomarlo del brazo por la fuerza para llevarlo a la orilla, que Eusebio pudo ser puesto a salvo.