Descuido evidente en algunas unidades de salud, las convierte en vertederos, esto ante la falta de personal de intendencia que mantenga limpias esas instalaciones a donde miles de familias, acuden a consulta, análisis y diagnósticos, así como a surtir recetas.
Muebles destrozados, restos de empaques de equipo y otros objetos son arrumbados en las instituciones de salud, dando un aspecto deplorable a estas instituciones dependientes de la Secretaría de Salud del Estado.
Cacharros y restos de materiales inorgánicos, solo pueden generar fauna nociva en detrimento de los usuarios de esos centros y del propio personal.
El estado que guardan unidades como el Centro de Salud rector, evidencian el por qué al exterior, no se han iniciado campañas de descacharrización, ni aún con las lluvias de los meses de octubre y noviembre.