Río Bravo.- Secreciones, líquidos y otros desechos propios de la venta de carnes y menudencias en carnicerías de barrio, generan insalubridad, al ser arrojados a la vía pública, sin que haya autoridad sanitaria que les ponga un alto.
En un recorrido por la calle Guanajuato, se pudieron detectar varios giros de estos, los cuales son un verdadero atentado a la salud pública.
Sangre corriendo desde el interior a la vía pública, restos cárnicos y de visceras en la acera y otras situaciones que representan un riesgo infeccioso y de insalubridad.
Cada vez son más, los expendios de carnes, los que operan en insalubridad y con la cercanía del verano y sus altas temperaturas, esta situación se convierte en potencial fuente de infecciones estomacales al consumir carne expedida en un ambiente fétido.