Lo que para unos representa un serio problema cuando no pasa el camión que brinda el servicio de la recolección de la basura y el tambo se encuentra a tope, para los caninos y felinos callejeros es una bendición ya que les permite escudriñar las bolsas de plástico ante el hambre y la necesidad de supervivencia, sin importar en lo más mínimo las condiciones climatológicas.