Todos los días compra tanto como en la casa y en el trabajo, refrescos, sabritas, galletas y cacahuates: se genera un gasto de hasta 400 pesos a la semana.
Zenayda Sánchez, ciudadana, sabe que ese gasto hormiga que hace, le afecta en economía familiar, pero aun así no puede evitar frenar su hábito de compra.
Gana cinco mil pesos mensuales entre su esposa y ella, lo que representa 10 mil pesos mensuales, pero con el gasto diario de “chucherías”, les genera un gasto de entre mil 200 a mil 600 pesos al mes.
“Todos los días compro papas, sodas, agua, galletas, cacahuates, y además en mi casa compramos como cuatro o cinco cocas de 26 o 27 pesos al día, y aparte que si estamos en la casa tráete una papas”, dijo Zenayda.
En el trabajo tampoco pueden faltar todos los días los chicles, y otros gustos como panecillos y algún antojo dulce.
“Si me afecta pero es un hábito que tenemos de comprar todos los días las coca, las galletas, las sabritas”, expresa entre risas.
La familia está compuesta por dos hijos y el tercero que viene en camino, sin vicios más que las “chucherías”.
“Mi vicio no es el cigarro, ni el alcohol, es el refresco, simplemente es la coca (el refresco), en mi casa nadie, ni mi esposo tomamos o fumamos, solo es el refresco”, expresó.
De esta forma la familia de Zenayda, deja ir recursos, entre antojos y gustos, aunque sabe que afecta su económica, el hábito de consumo no los dejar frenar el gasto hormiga.
De acuerdo a la CONDUSEF el gasto hormiga, reducen hasta 12 por ciento el salario mensual de los mexicanos, por lo que los ciudadanos pierden hasta 120 pesos por cada mil pesos de ingresos o en su caso hasta mil 200 pesos mensuales o 14 mil 800 pesos al año, cuando el salario alcanza 10 mil pesos al mes.
Los gastos hormiga se materializan a través de compras cotidiana como café, cigarros, dulces, refrescos, cervezas, antojitos y hasta las propinas.