“La mayor satisfacción que he recibido en muchas de las ocasiones es ver recuperado y sano a un paciente sea menor de edad, adolescente o adulto y bueno la labor que desempeño desde hace más de 10 años la hacemos con mucha pasión, con esmero y con gran responsabilidad”, dijo Roberto Carlos Priche Estévez.
Antes que nada, agregó, quiero enviar por este conducto una merecida congratulación para todas aquellas personas que se dedican a esta actividad que en verdad podría compararse con un arte que es el de dar una atención con responsabilidad, cariño y ternura a quienes necesitan de los cuidados de quienes son llamados ‘ángeles blancos’.
Con poco más de un decenio de labor realizada, Roberto Carlos dijo que es muy importante brindar el cuidado con conocimiento y sabiduría, es una vocación para brindar un servicio generoso y la dedicación a los débiles.
Hay quienes dicen, añadió, que la entrega al trabajo que desarrollamos es fortaleza para la salud de quienes en alguna ocasión llegan a enfermar y a permanecer hospitalizados.
“Esta es una profesión muy bonita en la que puede ser que tan sólo en el municipio de Reynosa puedan dedicarse a ella alrededor de 3,000 personas entre mujeres y hombres,” dijo en su relato Priche Estévez quien brinda sus servicios en el Hospital Materno Infantil de Reynosa.
Puede decirse que de la referida cifra el 30 por ciento son hombres y el 70, mujeres, comentó quien además consideró que las acciones que se emprenden son cumpliendo con exactitud las órdenes de los médicos bajo un sólo propósito: brindar una atención oportuna, adecuada, responsable y tierna a los pacientes.