‘Se acaba drama’ de UE y el Reino Unido

La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, destacan carácter unánime de la decisión

Bruselas, Bélgica

Los gobernantes de la Unión Europea se pusieron de acuerdo sobre las concesiones que recibirá Reino Unido a cambio de permanecer en la mancomunidad tras el referéndum previsto para junio próximo.

“Hay acuerdo. Se acabó el drama”, anunció la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, en su cuenta de una red social, al tiempo que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, señaló el carácter unánime de la decisión.

El primer ministro británico, David Cameron, consideró el pacto como un “momento histórico” para su país, que tendrá un “estátus especial en la UE”.

“Nuestro plan para Europa no da lo mejor de dos mundos: lo que funciona en Europa, pero no la parte que no funciona para nosotros”, defendió Cameron, abogando un voto favorable a la permanencia en la mancomunidad.

El premier someterá el acuerdo a la apreciación de su gobierno el domingo y lanzará el proceso de referéndum el lunes.

La unanimidad de los Veintiocho fue posible luego de dos días de un maratón de contactos bilaterales, necesarios para acomodar las exigencias de todos los países.

Uno de los más implicados fue el presidente francés, Francois Hollande, preocupado con que la amplitud de las condiciones especiales concedidas a Londres provoque una reacción en cadena, con otros países pidiendo excepciones particulares, o refuerce los partidos extremistas y populistas, en plena ascensión en la UE.

El mandatario galo logró evitar que Londres tenga un poder de veto sobre las decisiones de la zona del euro, de la que no hace parte.

Por otra parte, Cameron logró un mecanismo de salvaguarda para proteger a la City de Londres, la poderosa industria financiera británica, además de una mención explícita de que su país se mantendrá aparte de cualquier profundización en la integración política europea.

“No queremos hacer parte de un super-Estado europeo”, subrayó el primer ministro.

Cuanto a los beneficios para los trabajadores extranjeros, principal punto de discordia en las negociaciones, se decidió que los recién llegados a Reino Unido deberán contribuir por cuatro años antes de poder reclamar las mismas ayudas que los británicos.

La medida podrá ser solicitada cuando el país se enfrente a un flujo migratorio excepcional y, luego de la aprobación del Consejo Europeo, podrá ser aplicada por hasta siete años, no ampliable.

Cameron había pedido la posibilidad de prolongar la medidas por dos periodos consecutivos de tres años, pero se topó con el rechazo de los países del centro y del este europeo, liderados por Polonia.

Las ayudas sociales pagas a los trabajadores extranjeros por hijos serán indexadas al coste de vida del país donde éstos residan.

La medida sólo podrá ser aplicada a las nuevas demandas hasta 2020, cuando entonces será ampliada a las demandas ya existentes.

A exigencia de Dinamarca, todos los países europeos podrán hacer uso de ese mecanismo.

El documento firmado por los Veintiocho jefes de Estado y de gobierno deja claro que todas las propuestas dejan de ser válidas en caso de que el Reino Unido decida abandonar la UE durante el referéndum.