La delincuencia organizada sigue operando en completa impunidad en Reynosa. Ahora, un grupo armado allanó la casa de una familia de la Colonia Longoria y secuestró a una madre y su hija, sin que la Policía lo detuviera pese a una inmediata llamada de emergencia.
El pasado domingo, los delincuentes también se llevaron una camioneta Yukon Denali 2017, color plata y con GPS, pero ni con el geolocalizador satelital y la denuncia, las autoridades evitaron que los secuestradores salieran de Reynosa rumbo a Matamoros.
A tres días del caso, las autoridades no habían dado a conocer informes del secuestro, paradero o posible rescate de la madre e hija. De acuerdo con el reporte oficial de las autoridades, el domingo se recibió una llamada alrededor de las 17:00 horas de que hombres armados habían allanado un domicilio y robaron aparatos electrodomésticos, la camioneta y con violencia se llevaron a una mujer y una menor.
Las dos mujeres plagiadas fueron identificadas como Maricela Lizeth Rodríguez Fuentes, de 37 años, y su hija Alana, de 13 años, de acuerdo al reporte del Informe Policial Homologado. La casa donde ocurrieron los hechos se ubica en Álamo, en la Col. Longoria, atrás de una conocida carnicería de la ciudad.
El esposo de la mujer no supo precisar a las autoridades cuántos sujetos armados ingresaron y sólo dijo que eran muchos y tras amenazas y gritos sacaron aparatos electrodomésticos, ropa, bolsas de mujer y enseguida exigieron las llaves de la camioneta Yukon, propiedad de Maricela Lizeth.
Pero lo que parecía robo, luego se convirtió en secuestro al sujetar los hombres a madre e hija, arrastrándolas al exterior y subiéndolas a la Yukon con placas XLN1132 de Tamaulipas, según el folio 18341801 de la denuncia. Al momento de ser secuestrada, Maricela vestía pantalón de mezclilla y blusa azul; la adolescente también traía jeans, portaba tenis y blusa color negro.
El denunciante explicó a las autoridades que alcanzó a ver que otros sujetos estaban afuera, a bordo de carro Golf color gris sin placas y una camioneta Cherokee color verde con placas de la organización campesina UCD.
El esposo llamó a las autoridades militares y civiles para denunciar el secuestro y robo, notificándoles que la camioneta traía GPS y que la última ubicación que le arrojaba el geolocalizador era que se desplazaba por la carretera Reynosa rumbo a Matamoros, pero no fue encontrada.