Doña Ana Valero Brito de 63 años, originaria de un lugar cercano a Cuernavaca, residente de la colonia Las Américas, lleva 40 años vendiendo flores en las afueras del panteón Municipal, como parte de la tradición del Día de Muertos, con esto sacó adelante a sus hijos después de haber corrido a su marido de su casa por infiel.
Al respecto Ana dice: “Cuando nos ponemos los comerciantes en estas fechas a trabajar aquí en estas fechas cuando se conmemoran los muertos, la verdad es muy difícil agarrar un lugar donde ponernos, hay gente que pelea los lugares, es pura envidia, por ejemplo hoy, 3 veces me han corrido de mis lugares y aquí me quedé ya, nadie me va a quitar. Pero yo donde quiera que me ponga, vendo, vine a trabajar y así he vivido, no me hace falta hombre, yo corrí a mi esposo de mi casa y me hice cargo de mis hijos, bueno, mi madre me apoyó mucho, cuando me quedé sola“, contó.
Añadió: “Mi madre me ayudó con mis niños más grandes, me quedé con mi niña, y a ella la sentaba en mi puesto de flores, y ella se entretenía, mientras yo vendía para sacar para la comida, y sigo trabajando y echándole muchas ganas. Ahora estoy aquí en las afueras del panteón Municipal, si gustan aquí pueden conseguir sus flores, les invito a comprar sus flores”, expresó.
DE TODO UN POCO
Hay de todo, desde arreglos florales, hasta comida y antojitos, los comerciantes ambulantes que se han ubicado en las afueras del panteón municipal, esperan buenas ventas este año.
OLVIDO Y
RECUERDO
Así como hay tumbas que en estas fechas visitan, como la tumba de Don Juanito Cuéllar que es visitada por Jesús González, para limpiarla y arreglarla, aunque no son familia, dice que es un hombre a quien recuerda con mucho cariño, también hay tumbas como las de Benito Rodríguez y José de Jesús Bribiesca que nadie viene a visitar y algunas otras que ya se encuentran en deterioro.
AYUDA AL GASTO FAMILIAR
Joselín, cuánta con tan solo 14 años de edad y viene al panteón Municipal a trabajar arreglando tumbas, corta hierba, barre, sí es necesario pinta, para que le den dinero para poder llevar algo a casa, su madre vende ropa usada y su padre también arregla tumbas, está desempleado, le cortaron parte de los dedos de su pie derecho a causa de complicaciones de la diabetes, y la niña es consciente de todo eso, y por eso lo apoya de esta manera.