Tras ganar el Óscar en 2014 como Mejor Actor por su actuación en la película La Teoría del Todo, a Eddie Redmayne le han llovido importantes ofertas de trabajo, pero él, reconoció en entrevista que su vida sigue siendo la misma.
“Ahora me proponen personajes más interesantes y, de vez en cuando, me abordan en la calle para pedirme una selfie, pero sigo usando el metro.
“Soy consciente de que los actores bajamos de categoría en cuanto tenemos un fracaso”, expresó entre risas luego de recordar que este año ganó el Premio Razzie como el Peor Actor de Reparto por su trabajo en El Destino de Júpiter.
En los últimos años, el británico ha recibido los galardones más importantes de cine, incluidos el Globo de Oro, el Óscar, el BAFTA (el Óscar británico), pero su aspiración es siempre la perfección y no los trofeos.
Es por eso que asegura sentirse frustrado cuando concluye un día de rodaje y se da cuenta de que pudo haber hecho mejor las cosas.
“Ser auténtico y verdadero, es algo por lo que siempre lucho. Creo ese es el verdadero premio y lo que realmente te hace llegar a tocar la perfección.
“Intentar ser uno mismo, y aunque parezca muy sencillo, es una de las cosas más complejas. Eso es lo que siempre quiero incluir en mis interpretaciones para explotar las películas”, compartió Redmayne.
Pese a que su carrera va en ascenso y es, por el momento, una de las promesas más rentables de Hollywood, el intérprete aseguró que convertirse en padre de su pequeña Iris Mary Redmayne, quien nació en junio del año pasado, fue la cereza del pastel de su carrera.