Con la finalidad de unificar criterios en cuanto a los protocolos para la preservación de evidencias en la escena del crimen, ayer se llevó a cabo un simulacro en el que participaron peritos, investigadores bajo la supervisión de fiscales de las tres unidades de investigación.
Simularon un choque con heridos y muertos y cada uno de los participantes fueron apareciendo en el escenario conforme la responsabilidad que les marca el protocolo establecido.
Primero aparecieron los peritos viales que se encargaron de marcar el área que habrían de proteger, para facilitar el trabajo de los agentes investigadores que serían los primeros respondientes dentro de la carpeta de investigación.
Luego darían acceso a los peritos de la Procuraduría que se encargarían de fijar la escena y las evidencias, para luego irlas levantando y embalando para su preservación. Marcaron el área con un cordón de seguridad, que nadie en lo absoluto deberá traspasar, con excepción de peritos, investigadores y personal de los Servicios Médicos Forenses.
Representantes de los medios habrán de permanecer a distancia, mientras concluyen las diligencias, según el protocolo.
Pedro Sosa López, coordinador de la Unidad Regional de Servicios Periciales coincidió con los fiscales presentes, al decir que “con esto estamos uniendo la teoría a la práctica, de cara al nuevo sistema de justicia acusatorio-oral que entrará de lleno, al 100 % el próximo 13 de Junio”.
“Debemos estar conscientes de que esto viene siendo un cambio histórico en México y estamos obligados a prepararnos al máximo para enfrentar el reto”, dijo Sosa López.
Por su parte un alto mando de la Policía Investigadora, que fue quien coordinó e hizo una exposición de los preceptos contenidos en los protocolos de ubicación de evidencias, preservación de las mismas y el establecimiento de las cadenas de custodia para asegurarlas y evitar su contaminación.
El simulacro se llevó a cabo de 10:00 horas hasta las 12:00 del mediodía de ayer en el estacionamiento interior del Parque Cultural de la colonia La Escondida.