Para los concesionarios del transporte público en Reynosa, no puede haber modernización de las unidades, si no hay un incremento en la tarifa, ya que han pasado casi tres años sin tener un aumento, por lo que ya no es negocio y solamente tratan de sobrevivir.
Los concesionarios ruegan a las autoridades estatales para que puedan apoyarlos y mitigar todas las alzas que tienen que enfrentar.
Actualmente gastan alrededor de mil 300 pesos de diésel al día, además de las refacciones que tienen que comprar cada que se descompone la unidad.
Juan Antonio Zapata, secretario del trabajo de la Unión de Concesionarios del Transporte, comentó que están batallando constantemente por el alza en la gasolina y las refacciones, por lo que ya no encuentran la salida porque no están ganando.
“Estamos pidiendo encarecidamente para ver si nos puede apoyar con eso, tenemos tres años que nos nos han podido dar ni siquiera un pesito, y estamos pidiéndole de favor, a ver si se puede hacer un acuerdo para que nos apoye”, dijo.
Explicó que no quieren alguna tarifa en especial, sino lo que puedan acordar las autoridades estatales, lo que sea, pero que se dé un incremento para poder sobrevivir, sobre todo porque quieren seguir modernizando sus unidades para cumplir con los requerimientos, pero no se puede si no tienen recursos.
“Nosotros quisiéramos un montón pero no se va a poder, sabemos de antemano y somos conscientes de la clase trabajadora también tiene sus derechos, ahí están los camiones nuevos, vamos poco a poco, pero no podemos estar avanzando porque no tenemos la solvencia, hay para sobrevivir pero no hay para hacer un negocio”, expresó.
Alrededor de mil concesionarios adheridos a la agrupación sindical, hacen el llamado a las autoridades para que no los olviden, la última vez que tuvieron un aumento fue en el mes de octubre del 2015.