La policía de San Bernardino (California, EU) identificó oficialmente a Syed Farook, de 28 años, y a su pareja, Tashfeen Malik, de 27 años, como los autores más probables de la peor matanza de los últimos años en Estados Unidos.
Un total de 14 personas murieron y 17 resultaron heridas a tiros cuando supuestamente estas dos personas irrumpieron en una fiesta de Navidad enmascarados y comenzaron a disparar. Luego la pareja fue abatida en un enfrentamiento con la policía.
El hecho de que tengan nombres árabes y de que actuaran en equipo y aparentemente con premeditación sitúa este tiroteo en una dimensión completamente distinta a las tragedias tristemente habituales en Estados Unidos. Los investigadores se niegan a insinuar el móvil de los atacantes.
Farook era ciudadano estadounidense y no consta que tuviera antecedentes criminales. Era inspector de sanidad del condado desde hacía cinco años. Este año viajó a Arabia Saudí y volvió con esposa, según la agencia Associated Press. Acababa de casarse y tenía una niña pequeña, según contó Patrick Baccari, compañero de Farook, a Los Angeles Times. El jefe policial aseguró que aún desconocen la religión que practicaba Farook.
La policía llegó hasta él por el relato de los supervivientes. La mañana del miércoles, un grupo de empleados de los servicios de Salud del condado de San Bernardino, a unos 100 kilómetros al este de Los Ángeles, California, celebraban una fiesta de Navidad en una sala de un centro de rehabilitación para discapacitados mentales. Según explicó el jefe de policía de San Bernardino, Jarrod Burguan, Farook estaba en la fiesta. En un momento dado, salió del local después de una situación de “desencuentro”, enfadado.
A las 11 de la mañana, dos personas enmascaradas, con “vestimenta táctica”, según la descripción de la policía, y armadas con rifles de asalto entraron en el local y empezaron a disparar. La escena duró cuatro minutos. Cuando llegó la policía, pasado ese tiempo, ya no encontró a los asaltantes. En el centro se encontraban cientos de personas a esa hora.
Los investigadores acudieron a varias residencias relacionadas con Farook. En una de ellas, en Redlands, al lado de San Bernardino, vieron salir un vehículo todoterreno oscuro que encajaba con la descripción de un coche que fue visto saliendo del aparcamiento de la clínica. Tras una persecución, se produjo un tiroteo en el que resultó herido un agente y cayeron muertos Farook y Malik. Una tercera persona fue detenida al tratar de huir del lugar.
En un principio, el relato que seguía la policía sobre el suceso hacía pensar en una fuerte discusión que acabó a tiros. Pero el jefe Burguan fue claro al decir que el tipo de armamento utilizado, la coordinación de al menos dos personas y la vestimenta de tipo militar “hacen pensar en una premeditación”. Los investigadores tardaron 12 horas en registrar el lugar del tiroteo y hallaron tres artefactos explosivos.