Benjamín Gutiérrez originario de China, Nuevo León de 95 años de edad, residente de la colonia Cuauhtémoc, todos los días sale con su carretón a vender tacos, este negocio le ha dado para darle estudios a sus 10 hijos de los cuales se siente muy orgulloso, él llegó a la ciudad de Río Bravo, Tamaulipas en el año de 1951, cuando tenía 28 años y empezó a trabajar en un restaurante como mesero. Poco después en el año de 1957 se casa con la señorita Lidia Murillo con la que procreó la familia antes mencionada.
Muere el dueño del restaurante donde trabajaba Benjamín y cierran el negocio, él se queda sin trabajo, con un poco de temor, pues tenía una esposa y muchos hijos que mantener, así que decidió vender tacos, así fue como inició en este negocio, que hasta ahora le ha dado muchas satisfacciones, ahora no tanto económicas, dice que las ventas han bajado, pero si el de conocer gente, le gusta mucho platicar, pero dice que no quiere dejar de trabajar, porque siente que se enferma, necesita estar activo, ser útil, es la razón por la cual sus hijos lo dejan trabajar, pero siempre uno de ellos lo acompaña.
Dice Don Benjamín, que al principio le dio miedo emprender su negocio, pero el que no arriesga no gana, si se puede, y le deja un mensaje a todos lo jóvenes: “Deben tener ambición al trabajo, moverse, echarle ganas, si nos quedamos sin hacer nada, nunca vamos a llegar a realizar nuestros sueños, si yo pude, todos pueden, muévanse sino se mueven se van a tullir“, concluyó.