Si en algo coinciden Idalia y Ana Luisa, es en que están “sobreviviendo” dicen, a la menopausia.
La primera con 47 años y la segunda con 51, sufren síntomas muy diferentes, aún y cuando pasan por el mismo padecimiento.
La menopausia comienza cuando los ovarios dejan de producir estrógeno y disminuye la producción de otras hormonas reproductivas, como la progesterona.
Sin estas hormonas, la mujer deja de tener el periodo menstrual por lo que no puede producirse un embarazo.
ANGUSTIANTE
Idalia atraviesa por la premenopausia y por ello, constantemente se muestra molesta, abochornada e irritable.
“Tengo un año con estos síntomas, noté cambios porque la menstruación ya no era cada mes, sino cada dos, o tres y de ahí, vinieron cambios fuertes en mi estado de ánimo”.
Comenta que es común que se encuentre molesta, que el más mínimo detalle la hace estallar e incluso, se ha visto afectada la relación con su familia.
“Me molesto por todo y todo, me hace llorar. Prefiero estar ausente en festejos familiares o simplemente me aíslo en casa porque no sé como lidiar con mi temperamento”.
Destaca que en ocasiones, se siente desesperada y es cuando comienza a sentir bochornos.
“Es como si me estuviera ahogando, no estoy agusto en algunos lugares. Por ejemplo, no voy al banco porque si hay mucha fila comienzo a molestarme, me irrita mucho sentirme encerrada. Es una desesperación enorme que no puedo controlar”.
Hace alrededor de seis meses, comenzó a tratarse médicamente.
“Me dieron hormonas y me ha ayudado mucho. No es un tratamiento agresivo y me controla sobre todo los bochornos que me provocan desesperación”.
CRITICO
Ana Luisa nunca padeció bochornos o ataques de ansiedad o ira.
Esta madre de familia y también abuela, comenta que sus padecimientos fueron físicos y dolorosos.
“Comencé con dolores corporales, dolor de huesos específicamente como cuando te enfermas de gripa, un dolor intenso que te impide incluso, moverte”.
Por si fuera poco, sus períodos menstruales comenzaron a reducirse y con ello, su cuerpo comenzó a hincharse, su vientre a inflamarse y padecía intensos dolores de cabeza.
“La verdad es que son días en que no puedo salir de casa, son dolores muy intensos y mi menstruación se ha ido disminuyendo pero los dolores, van en aumento”.
Comenta que para muchos, la menopausia no debe ser motivo de reclusión, sin embargo, cuando los dolores son tan intensos, es imposible siquiera, levantarse de la cama.
“A mi me dijo la ginecóloga que existe la posibilidad de que a futuro, padezca de osteoporosis. Actualmente mi medicamento consiste en calmantes, hierro, calcio y en sí, cualquier remedio que me den para calmar los dolores que siento”.