CIUDAD DE MÉXICO
La Administración Trump rompió un nuevo récord en uno de los temas más polémicos del país.
La cifra de niños indocumentados detenidos en Estados Unidos ascendió a 14 mil 30, de acuerdo con cifras oficiales recogidas por el diario The Houston Chronicle.
En septiembre, The New York Times reportó que el número de menores detenidos era de 12 mil 800, lo que en su momento fue el más grande de la historia.
De los menores detenidos en albergues de todo el país hasta la semana pasada, un tercio de ellos se encuentran en centros migratorios en Texas.
El número de niños detenidos es casi el triple de la cifra de niños hace un año, esto debido a que los menores son retenidos en los centros por más tiempo que antes, con un promedio de 75 días en agosto, en comparación con 59 días en junio y 41 días en el año fiscal 2017.
“Los niños están empezando a mostrar diferentes conjuntos de problemas porque se quedan más tiempo”, señaló un funcionario bajo condición de anonimato. “Es un problema importante”.
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, los menores detenidos sufren frecuentemente de ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático.
A partir del 15 de noviembre, la tasa de salida de menores diaria se desplomó al 1 por ciento, lo que significa que se colocaron a más niños en albergues que en libertad.
De acuerdo con The Houston Chronicle, activistas señalan que el aumento se debe a un nuevo requisito del Gobierno, implementado este verano, que requiere que todos los adultos que buscan hacerse cargo de uno de los niños inmigrantes, generalmente familiares, envíen sus huellas digitales para una verificación de antecedentes. (Reforma)
Esa información se comparte con el Departamento de Seguridad Nacional y al menos 41 de los llamados patrocinadores que carecen de estatus legal han sido arrestados.
Las Administraciones anteriores no investigaron el estatus migratorio de las personas al decidir si entregarles a los niños.
Debido a la orden de un juez de California, apunta el medio, la mayoría de las familias separadas por la política de “tolerancia cero”, que implementó el Gobierno federal de abril a junio, ya han sido reunificadas, y casi todos los niños que se encuentran actualmente en refugios llegaron sin compañía.
Los menores, que cruzaron sin documentos a Estados Unidos huyendo de la violencia de pandillas y la pobreza que paraliza a países como El Salvador, Honduras y Guatemala, están a la espera de que se resuelvan sus juicios en las cortes.