“Los berrinches son desagradables, pero son una realidad de la infancia”, explica el psicólogo Ray Levy, en la revista Parents. El experto aclara, además, que los berrinches en los niños siempre se originan por lo mismo: no conseguir lo que quieren.
Si eres como la mayoría de los padres, lidias con rabietas casi a diario. ¿Quieres saber cómo detenerlos? Te damos útiles estrategias.
Según Levy, en los niños entre uno y dos años las rabietas, a menudo, derivan de tratar de comunicar una necesidad: más leche, un cambio de pañal, un juguete puntual. Y, como no cuentan con las habilidades lingüísticas para explicarse con palabras y encima tú no respondes como ellos desearían, suelen sentirse frustrados y, por ende, hacen un berrinche.
En cambio, en los niños de mayor edad las rabietas pueden ser una lucha de poder, dice el psicólogo.
Ahora bien, ¿cómo hacer para detener un berrinche? Estas técnicas pueden ayudarte:
1. Controla tu temperamento. No van a llegar a ninguna parte si ambos gritan. Por eso, el sitio de salud y bienestar WebMD aconseja respirar profundo, tomar el control de tus emociones, y luego disciplinar al niño con calma, pero con firmeza. Es importante que le hagas saber que las rabietas no son un comportamiento aceptable.
2. Ignóralo. Si el niño sigue sin calmarse y tú reconoces que el berrinche es solo una manera de llamar tu atención, lo mejor sería que no cedas e ignores la rabieta. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero lo mejor es mantenerse firme para que el niño se dé cuenta que su berrinche no va a funcionar. Tarde o temprano, al no recibir respuesta de tu parte, dejará de rezongar.
3. Time-out. Si tu niño está molesto, fuera de control y no puedes consolarlo, prueba abrazándolo fuerte para calmarlo. Dile suavemente que lo amas, pero que no vas a darle lo que quiere. Si esto no funciona, apártalo de la situación y dale un tiempo a solas para que se calme. ¿Cuánto debería durar este tiempo para que recapacite? La pauta general es de un minuto por cada año del niño, según WebMD.
4. Busca distraerlo con otra cosa. Para que se olvide del berrinche que estaba haciendo. “Mi bolsa está llena de todo tipo de distracciones, como juguetes que mis hijos no han visto en mucho tiempo, libros y snacks” cuenta a Parents, Alisa Fitzgerald, una madre de dos niños de Massachusetts, EEUU. “Cada vez que hacen una rabieta, voy sacando de mi bolso una cosa por vez, hasta que algo les interesa y atrapo su atención”, añade.