Tendido en el asfalto terminó un hombre desempleado y adicto al alcohol que durante la tarde del sábado anduvo deambulando por las calles de la colonia La Amistad y Jacinto López, luego que un raudo vehículo lo impactó fuertemente en el libramiento sur.
Antonio “El Chino”, así se le conocía al infortunado sujeto que murió de manera trágica.
Vecinos de la colonia La Amistad, dijeron que “El Chino” había estado casado con una mujer que llegó hasta el lugar de los hechos, pero al darse cuenta que había fallecido optó por retirarse silenciosamente.
Otros afirmaban que el hombre trabajaba en una llantera que se ubica frente al lugar donde quedó su cadáver, pero empleados del negocio negaron tal versión, asegurando que “El Chino” solo iba platicar con ellos, sin que fuera empleado.
Dijeron que el sábado desde temprana hora, anduvo de un lado para otros, cruzando temerariamente la carretera. Andaba ebrio, pues acostumbraba consumir vino barato del conocido como “guachacol” y la última vez que lo vieron que intentaba cruzar los carriles de oriente a poniente del libramiento sur, solo escucharon el fuerte golpe y escucharon que la perra empezó a ladrar y esto les llamó la atención obligándolos a voltear hasta donde estaba el cuerpo tendido de “El Chino”.
Un joven que se encontraba cerca del lugar dijo que el ahora occiso les platicaba que tenía familia y casa por el rumbo de La Joya o Riveras del Carmen, pero desconocían con exactitud el paradero de la familia y la ubicación de la casa.
DILIGENCIAS
En el lugar del accidente acudieron investigadores y peritos de la PGJE, quienes interrogaron a testigos y levantaron algunas evidencias, entre ellas, unas partículas de la carrocería de la unidad que arrolló al infortunado individuo.
Confiaban al sacar en claro las características del vehículo y otros datos importantes que pudieran servir para dar con el paradero del conductor, presunto homicida culposo. Cabe señalar que el accidente ocurrió casi cuando empezaba a anochecer.
Hasta ayer nadie se había presentado a reconocer y reclamar el cadáver.