CIUDAD DE MÉXICO
La psicoterapia o psicoanálisis a distancia, por videollamada o vía skype, permite al psicoterapeuta o psicoanalista entrar en un mundo del paciente que generalmente le es ajeno; es decir, su propio entorno, lo que le ofrece herramientas para desentrañarlo.
Sin embargo, no puede olerlo, lo cual también puede proporcionarle información importante de éste, pues un psicótico, por ejemplo, tiende a no bañarse, explica Ruth Axelroad, ex presidenta de la Asociación Psicoanalítica Mexicana.
Así que, expertas en psicoanálisis y psiquiatría, coinciden en que la terapia a distancia tiene sus pros y sus contras, pero en los tiempos actuales representa una opción para muchos.
“Nosotros trabajamos mucho con la famosa transferencia. Se refiere a que todos repetimos nuestra neurosis en las relaciones que tenemos. Si soy insegura, voy a ir a terapia y demostrar mi inseguridad; si soy controladora, voy a ir a terapia y demostrar que soy controladora. Se va a notar en la terapia y eso es con lo que trabajamos los terapeutas, con lo que trae el paciente. Si bien es un ejercicio importante poder atrapar la neurosis del paciente en la relación con el analista, hay que tener la habilidad para hacerlo vía distancia, y sí se puede.
“A mí me ha tocado escuchar berrinches de pacientes de forma virtual que no me hubieran tocado de otra forma o conocer sus casas de manera virtual. Haces la sesión y el paciente está en su cuarto, entonces tienes la suerte de conocer su cuarto. Tiene ventajas y desventajas”, precisa la psicoanalista.
Así, para especialistas, la distancia o la falta de tiempo no son pretexto para evitar o postergar una sesión terapéutica. Además, aseguran que es igual de efectivo que recibir terapia de la forma tradicional.
“La técnica se adapta a la tecnología o se queda atrás. Si bien, la técnica psicoterapéutica presencial y a distancia tiene diferencias, ambas pueden generar bienestar”, precisa Axelroad.
Anota que incluso el psicoanálisis, cuya naturaleza es rígida, puede proporcionarse a distancia y de la misma forma que sucede en el consultorio, el paciente debe estar acostado, ya sea en su sofá o cama, mientras recibe la sesión.
“Se tiene que buscar la forma que aunque sea un 30 por ciento de las sesiones se lleven de manera presencial. También se sugiere que la primera parte del proceso sea presencial. Es importante tener un contacto inicial de relación presencial”.
Indica que quienes ofrecen y reciben terapia a distancia deben sentirse cómodos con los medios virtuales, pues algunos no están familiarizados con ellos.
Con esta modalidad se sortea en algunas entidades la escasez de psicólogos y psiquiatras, precisa Martha Patricia Ontiveros, especialista del Instituto Nacional de Psiquiatría.
Ontiveros comenta que, por ejemplo, con las llamadas telefónicas es posible contener pacientes en crisis sin la necesidad de que se desplacen al consultorio.