Una adolescente de entre 16 y 17 años, fue obligada a abortar en su domicilio por sus padres, dejando al bebé tirado en el traspatio de su casa en el fraccionamiento Los Almendros, cubierto con unas bolsas de plástico.
Los tres, (padre, madre y parturienta), huyeron dejando encargada la casa con una vecina de al lado, a quien le pidieron que ofreciera la vivienda en renta, porque ellos se iban y no querían problemas.
Rogaciana Hernández Guerrero, residente en la vivienda de enseguida, fue quien descubrió el cuerpecito del bebé y confirmó que lo que Don Amado (cuida-coches en el ISSSTE) y Juanita (empleada de maquiladora), le habían dicho era la verdad.
Ella dio parte a las autoridades ayer poco después de las 15:00 horas y fue la licenciada Esther Valdez Rocha, titular de la agencia primera del MP de Protección a la Familia, quien se constituyó con Policías Federales y peritos de la PGJE, para dar fe ministerial del cuerpecito en el traspatio de la casa marcada con el número 514 de la calle Tercera en el fraccionamiento Los Almendros, segundo sector.
De acuerdo a la opinión del legista, el pequeño estaba en tiempo de nacer, es decir ya estaba completamente formado había cumplido el tiempo de su gestación. Supusieron las autoridades que tendría aproximadamente entre 36 y 48 horas de haber sido arrojado del vientre de la madre.
La fiscal giró instrucciones para que peritos de la PGJE, practicaran los estudios necesarios para determinar si el producto nació vivo o fue arrojado muerto.
Por las circunstancias en que se halló el cuerpecito, se deduce que los padres de la menor provocaron el aborto. Vecinos dijeron haber visto a los familiares de la joven a quien identificaron como Miriam, comprando medicamentos en una farmacia similar, pero jamás los vieron que solicitaran auxilio médico.
Por la manera en que abandonaron el producto y la casa, evidentemente se hicieron de delito y ahora están siendo buscados por las autoridades.