Los dos homicidios violentos del 2017 podrían quedar en la impunidad, si los cuerpos de las víctimas continúan como N.N. en el SEMEFO.

Las investigaciones quedarían estancadas y los cuerpos en un momento dado serían depositados en una fosa común, hasta que aparecieran los familiares directos y que acudieran a reclamarlos.

Hasta ayer, el hombre degollado y que se encontró en un terreno enmontado a espaldas de las instalaciones de la UAT-Rodhe estaba sin identidad todavía.

Este fue encontrado el pasado día dos de enero y se constituyó en el primer crimen del año.

El segundo homicidio, el del hombre desnudo a quien le cercenaron los testículos, evidentemente, antes de ser arrastrado, parece ser un caso más difícil porque no se cuenta con ningún elemento que pudiera servir para su identificación, no hay ropas, señas particulares o algún dato en que los investigadores pudieran apoyarse y difundirlo para inducir a su identificación.