En 26 años de carrera, Salomón Robles y Los Legendarios han aprendido que permanecer todo el tiempo en la cúspide del éxito es una misión imposible y que ningún artista se eterniza en el primer lugar.
Por ello, el cantante y su agrupación norteña que se dio a conocer como Los Piratas del Norte y que posteriormente cambió su nombre porque había otra banda que ya lo usaba se han convencido de que lo que hace fuerte a un artista en el gusto del público son las nuevas propuestas.
“A pesar de todos estos años de trayectoria, todavía queremos seguir haciendo música y prevalecer en el gusto de la gente”, expresa Salomón.
“Nosotros siempre vemos al grupo como la rueda de la fortuna y no nos interesa estar abajo, en medio o arriba, sino no bajarnos del carrito.
“Hasta el mejor artista, deportista o peleador dice que no puedes tener para siempre el primer lugar, proponerse eso es un reto muy duro porque por más éxito que se tenga, en algún momento se va”, agrega.
En 1990, Los Legendarios grabaron su primer disco con Salomón como dueño de la agrupación para Discos Sabinas (Disa), disquera con la que trabajó hasta el 2000 y brevemente en el 2005.
En 2001 se unió a Universal y en 2003 a Líderes, en 2008 estuvo en ASL y en 2010 a Torbellino Latin Music, su actual disquera.
“Lo mejor que me ha pasado en todo este tiempo, primeramente fue que mi sueño de niño se cumplió, que siempre quise ser artista”, comenta el músico nacido en Valle Hermoso, Tamaulipas. “En alguna ocasión, cuando tenía como 10 años, les dije a mis hermanos: ‘Un día voy a tener mi propio camión con mi nombre y voy a ser famoso’.
“En ese momento no sabía la magnitud de mis palabras, pero creo que hasta ahora he hecho las cosas bien porque me he mantenido en la carrera por 26 años con el logro y esfuerzo de mis compañeros, me siento muy satisfecho de que nunca se haya hecho un mal comentario del grupo”, añade. Una de las mayores satisfacciones de Salomón Robles y Los Legendarios es que desde que aparecieron en la escena musical han sido considerados como un grupo original.
“Llegamos a revolucionar la música y lo creo porque de alguna manera hacemos arte y es muy válido que nos tomen como ejemplo para la juventud.
“No sé en qué lugar de la rueda de la fortuna estamos porque eso le corresponde a la gente decirlo, pero mientras lleve la quincena a la casa estamos bien”.
Salomón, quien desde los 7 años de edad comenzó a tocar la batería en distintos grupos y tiempo más tarde decidió que el bajosexto era su instrumento preferido, defiende al género norteño y asegura que éste no fue desplazado por la banda como muchos aseguran.
“La música grupera nunca ha desaparecido, por ahí muchos dicen que vino la banda y superó lo norteño, creo que cada cabeza es un mundo y cada quien tenemos el respeto de todos.
“Pero yo como veo la música, que me dedico día día a ella, veo que no vino nadie a superar a nadie, sino simplemente que los gruperos estábamos acostumbrados a nuestro trabajo: cantar, tocar, promocionar e ir a los bailes, las disqueras hacían el resto (las negociaciones con estaciones de radio para que sonaran)”. Añade que desafortunadamente, con la llegada de la piratería y el cierre de las disqueras, los grupos desprotegieron esa área porque no sabían cómo se negociaban los arreglos entre radiodifusoras y las empresas fonográficas.
“Los grupos nos descobijamos de alguna manera, desprotegimos la radio y los otros medios porque no sabíamos con quién hablar ni si se pagaba o no”, comenta, “y en lo que aprendíamos pasó el tiempo y se viene la gente de las bandas con gente de mucho poder y que sabían cómo se negociaban y arrasaron con todo”. El problema al que se enfrentaron algunos grupos con esta situación, dice, fue que no querían aceptar que ahora ellos mismos tenían que hacer ese trabajo.
“Hace un par de años, a lo mucho, nosotros empezamos esa labor, como la que se hacía antes, pero apenas estamos empezando, por eso no creo que la música norteña haya sido superada o esté desaparecida”, asegura.