Tiene 20 años y vive su primer torneo enfundado en la playera del Guadalajara, pero en ese poco tiempo, Orbelín Pineda ya entiende lo que provoca ser de Chivas.
No será odio y tampoco miedo, pero la sensación der ser rojiblanco cambió cuando el Rebaño resolvió sus problemas de descenso, para hilar siete partidos sin derrota y meterse a la Liguilla, cuando todos lo daban por muerto.
Hoy ya colocado en la Fiesta Grande, y a las puertas de enfrentar a América, Pineda se engalla.
“Ningún rival quiere enfrentar a Chivas porque está convertido en un gran equipo, muy dinámico, con ansias de hacer un buen papel, nos toca estar en la Liguilla, entonces queremos llegar a la Final y ganarla.
“Es América, es un Clásico, y va a estar muy bien, todos quieren jugar ese partido. Tenemos para hacer grandes cosas, vamos a meterle dedicación”, comentó Orbelín.
Entiende su responsabilidad en el 11 de Matías Almeyda, quien lo pidió cuando él ya figuraba en Querétaro, por algo será. Este semestre sumó 16 partidos como titular y marcó tres goles, pero lo más importante es que ya tiene la capacidad de gobernar el mediocampo del Guadalajara junto con Carlos Peña.