La apertura educativa y laboral que Reynosa está teniendo para personas sordas, les permite, tener una mejor calidad de vida.
En esto coinciden Cirina Herrera, titular del Núcleo Solidario de Discapacitados Productivos Emprendedores y Patricia Díaz, coordinadora del Instituto Isaías 55.
En el marco del Día Nacional del Sordo, estos organismos que en conjunto, atienden a más de 250 personas con problemas auditivos, han luchado para que los derechos de este grupo social, sea respetados.
EL RETO
Cirina Herrera destaca que el reto más grande que como organismo han tenido que enfrentar, es la discriminación para las personas con capacidades especiales en general.
“A veces cuando las personas se dan cuenta que son sordos o que hablan lenguaje a señas, los hacen a un lado. Hemos luchado mucho para que se respeten sus derechos”.
Manifestó que el reto para las familias con un integrante sordo, es poder integrarlos a la sociedad.
“A veces nos volvemos sobre protectores con ellos, los papás en un afán de cuidarlos, les facilitan muchas cosas y no les enseñan por ejemplo a actuar cuando salen, cuando van a la escuela o en la misma casa”.
Son los padres, quienes deben buscar apoyo en alguna asociación para que una persona sorda pueda recibir educación o trabajo.
“Aquí en el Núcleo Solidario, atendemos a 202 personas de las cuales, el cien por ciento están colocadas en un trabajo regular”.
TRABAJO
Buscan dijo, que la sociedad entienda que una persona sorda, es inteligente, activa y tiene la misma capacidad que cualquier persona”.
Afortunadamente explicó, las empresas están teniendo una gran apertura para que personas sordas ocupen puestos no por su condición, sino por su capacidad.
“Los contratan por lo que saben, por lo que estudiaron, no porque sean sordos y los releguen a ciertos trabajos, tenemos personas sordas que son obreros, encargados en un banco, en un centro comercial, cajeros, chefs y está por egresar dos ingenieros”.
Explicó, que esta lucha los ha llevado a romper barreras en empresas internacionales, donde a las personas sordas, las tenían catalogadas como retrasadas. “Los mismos compañeros pedían que no se les dieran los puestos. Pero ellos han demostrado su capacidad, su actitud, su talento y se han ganado sus lugares”.
Poco a poco explicó, estas barreras se han ido derribando y las empresas están abriendo sus puertas para que las personas sordas tengan un buen empleo.
ISAIAS 55
La Fundación Isaías 55 atiende a 18 niños en la colonia Valle Verde y 16 más, en la Aquiles Serdan.
Patricia Díaz, indicó que el principal reto, es que las personas sordas y sus familias aprendan lenguaje en señas, para poderse comunicar.
“La sociedad también debe aprender porque de ahí se deriva también su aprendizaje educativo ya sea en una escuela integradora o en una regular. Ellos empiezan con señas caseras, tienen que aprender las señas que ya son palabras
estructuradas”.