Un reo del CEDES decidió adelantar la muerte que ya veía venir debido a los estragos que una serie de padecimientos graves ocasionaban a su organismo.

Jaime Hernández Luna, quien se encontraba detenido por delitos del fuero común, aprovechó que le habían llegado unas navajas para la rasura y en un descuido de los custodios se ocasionó heridas en los brazos, desangrándose copiosamente.

Fue trasladado de urgencia al Hospital General el pasado sábado, pero los médicos ya no pudieron hacer nada por salvarlo.

El reo padecía enfermedades degenerativas cuyo avance le ocasionaban un sufrimiento que ya no puso soportar y decidió adelantar su muerte.

Las autoridades ministeriales tuvieron conocimiento el pasado sábado por la tarde, del deceso del interno y se constituyeron en el anfiteatro del Hospital General para dar fe del cadáver y ordenar su traslado al SEMEFO para la autopsia de ley.