Ekaterimburgo, Rusial
El desencanto de los egipcios se dividió en dos partes. La primera, cuando el técnico Héctor Cúper agotó todos sus cambios y dejó a Mohamed Salah en la banca... Después, cuando José María Giménez rompió el empate, para dar la victoria al siempre aguerrido Uruguay, que sufrió para conseguir sus primeros tres puntos de la Copa del Mundo.
Salah pisó la cancha y los faraones se derritieron con su sola presencia. Y así en todos los puntos en los que se observó el partido por televisión. Pareciera que el delantero del Liverpool es una reencarnación de los dioses y se lo dejan saber con diversas manifestaciones.
Pero Trezeguet y Mohsen fueron incapaces de aprovechar las opciones que se les presentaron y las cosas se fueron complicando para los africanos, quienes encontraron en el arquero El Shenawy al héroe de la tarde... Bueno, eso hasta que apareció Giménez, quien compuso las fallas de Suárez y el atajadón del meta egipcio a disparo de Cavani.
Fue un gol que sepultó el ánimo de los africanos, quienes se derritieron lo mismo que Salah en la banca, incrédulo de que el empate se les haya escapado... Todo un drama para los faraones, quienes esperan que las cosas cambien radicalmente.
IRÁN GANA Y ES LÍDER
Ciudad de México
Irán salía en papel de víctima, pero terminó por llevarse la victoria contra Marruecos en la prórroga (90+5) con un autogol de Aziz Bouhaddouz.
Juego disputado en el estadio de San Petersburgo que lucía como el más flojo de la jornada de este viernes, preliminar del esperado España-Portugal, una hora después. Flojo partido que a Irán le importa poco, pues es líder momentáneo del Grupo B con tres puntos.
Como era de esperarse entre dos equipos que se jactan de su férrea defensiva y de su inclemente presión en el centro del campo, Marruecos e Irán apenas se hicieron daño en los 90 minutos cumplidos.
La selección marroquí se lanzó con mayor decisión al ataque durante el primer tiempo, aprovechando el nerviosismo de un conjunto iraní que falló una gran cantidad de pases en el medio campo.
De a poco, Irán fue atreviéndose al contraataque y tuvo, a los 42 minutos, una opción clara. Sardar Azmoun entró con ventaja al área pero su disparo fue desviado con una pierna por el arquero Monir El Kajoui.
Y cuando parecía que se registraba el primer empate de la Copa del Mundo, los persas vencieron su nerviosismo y se lanzaron al frente, un desborde por la banda izquierda propicio el centró que encontró la cabeza de Aziz Bouhaddouz, quien se lanzó de “palomita” con la intención de mandar el balón a tiro de esquina. Algo falló y el defensa marroquí le dio la victoria y los primeros tres puntos a Irán al minuto 95, a un minuto de cumplirse la prórroga otorgada por el árbitro.
(EL UNIVERSAL)