Un martirio viven quienes obligadamente deben acudir al panteón ‘Jardines de la Paz’, a depositar los restos mortales de sus familiares.

Aquello es un lodazal y no tienen por lo menos, encalichado el acceso principal. Eso sí, cobran un dineral como que si fuera de lujo, independientemente de que violentan pero en serio, la Ley de Panteones de Tamaulipas. Ayer por la mañana, ciudadanos riobravenses acompañaron a una familia que sepultó a uno de sus seres queridos en el referido camposanto ubicado a oriente de la ciudad, entre el infonavit Fidel Velázquez y el Conquistadores.

El detalle es que el cuerpo sería enterrado en el lado oriente del panteón, separado unos 100 metros del área principal del cementerio, donde inicialmente pensaron que lo harían. Como ya habían estacionados sus vehículos en dicha sección decidieron caminar los 100 metros y llegar al área secundaria o popular del Jardines de la Paz, sólo para encontrarse con un acceso lleno de lodo, por donde hasta los carros tenían dificultad para pasar. Sin embargo, los acompañantes del cuerpo decidieron continuar adelante internándose entre la hierba y el lodo, para llegar hasta la tumba preparada para darle cristiana sepultura a la persona.

YA TIENE VARIOS AÑOS EL CAMPOSANTO

La mayoría de las personas, desconocía la existencia de esta parte del panteón y como después de varios años, el espacio principal del panteón se ha vendido en su totalidad, ahora, los propietarios del Jardines de la Paz, están haciendo su ‘agosto’, vendiendo en cantidades que van de los 18 mil a los 40 mil pesos, los paquetes del funeral de quienes pierden la vida.