Lenia Ruvalcaba va por una revancha personal en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.
En Beijing 2008 consiguió medalla de plata, pero de Londres 2012 regresó con las manos vacías, ahora en Río de Janeiro se reconoce como una competidora de peligro que quiere otro metal en el pecho.
“Estoy más centrada y dedicándole el 100 por ciento de mi tiempo, llego más madura y consciente, no son unos Juegos fáciles. Me considero una de las favoritas y me pone contenta que me consideren una rival peligrosa”, comentó la judoca vía telefónica.
Lenia nació con un daño irreversible en el nervio óptico que no tiene cura. No saben si la razón fue el medicamento que le dieron a su madre cuando estaba embarazada de ella y con una enfermedad en los riñones.
El diagnóstico no le ha impedido una vida llena de logros. A los 11 años el judo la eligió a ella y va por su terceros Juegos Paralímpicos.