Ciudad de México

Hace tres décadas las vedettes tenían el mundo a sus pies. Los reflectores, el dinero, las relaciones fugaces con personalidades de la política, el deporte o la farándula era su día a día,

Los regalos costosos, las suites en los mejores destinos del mundo y una vida de lujo era parte de su realidad. Hoy eso cambió para la mayoría de ellas, tal y como lo muestra el documental Bellas de noche, que estrena este viernes.

El documental de María José Cuevas muestra como para Olga Breeskin, Lyn May, Rossy Mendoza, Wanda Seux y Princesa Yamal los reflectores se apagaron, el tiempo pasó y a cada una le deparó un destino distinto.

Olga pasó de ser una de las máximas estrellas de las marquesinas nacionales a caer en las drogas, mudarse del país y quedarse en la ruina económica, algo que hoy dice no le avergüenza, porque le demuestra cuan soberbia era.

Princesa Yamal fue acusada en los 80 de ser parte de una banda criminal que en aquella época cometió un robó al Museo Nacional de Antropología. Pasó dos años en prisión por un delito que argumenta no cometió.

Lyn May conoció a su esposo cuando era una de las caras y cuerpos más famoso de los teatros y las películas de ficheras, estuvo casada por más de 20 años hasta que su esposo falleció, algo que derrumbó su higiene mental, al grado de desenterrar a su cónyuge.

Rossy Mendoza ha tomado la vida de otra manera, aunque reconoce que ya no son las mismas de hace décadas, ella sigue bailando y cantando.