Luego de haber puesto en jaque a todas las autoridades locales por su amenaza de suicidio al subirse la semana pasada a una torre de alta tensión de la CFE, el indigente trató de quitarse la vida nuevamente en las celdas municipales; sin embargo, ya está en libertad y regresó al lado de su familia, quienes el pasado fin de semana vinieron a buscarlo desde el estado de Durango.

Salvador Morales Hernández, de 46 años de edad y originario de Cd. Vicente Guerrero, Durango, ya se reencontró con sus familiares que se dieron cuenta por un hijo que lo vio en la televisión, después de toda la odisea que pasó en esta localidad.

Fuentes allegadas a la Secretaría de Seguridad Pública donde permaneció internado en las celdas, revelaron que ahí también intentó quitarse la vida con un palo al que le sacó punta para tratar de clavárselo; sin embargo, fue impedido a tiempo.

De acuerdo a la versión de su familia, Morales Hernández se encontraba muy bien de su salud mental antes de salir de su casa, cuando se despidió de ellos, pues les dijo que pretendía cruzar la frontera como indocumentado para poder internarse y trabajar en el vecino país; sin embargo, seguramente tuvo muchas dificultades, pues se logró establecer que pasó por una serie de situaciones de peligro y de privación ilegal de la libertad que lo dejaron traumado, afectándolo mentalmente, pues durante una plática que sostuvo con las autoridades les narró que durante su trayecto por otros estados para poder llegar a esta región, lo mantuvieron encerrado dentro de una bodega, lo que le habría ocasionado serios trastornos psicológicos, además de los problemas que sufrió para poder alimentarse y sobrevivir en el monte, sobre todo sin tener cerca a familiares que lo ayudaran, además de saber que su esposa estaba enferma de cáncer.

No obstante, Salvador Morales Hernández ya pudo reencontrarse con su esposa e hijos, quienes se lo llevaron a su ciudad natal para brindarle atención. (Cd. Miguel Alemán, Tam.)