Propietarios de restaurantes adheridos a CANIRAC lamentan que sigan registrándose aumentos a los precios de los combustibles y se preguntan si acaso esos son los beneficios de los que hablaban altos funcionarios del gobierno federal cuando anunciaron con bombo y platillo la reforma energética.
“El precio de la gasolina sube y sube pero no baja y bueno esta situación aunque el ajuste sea de unos cuantos centavos, de una u otra forma nos afecta pero también lesiona la economía de los automovilistas”, dijo Alfonso De León Fuentes, presidente del organismo empresarial.
A lo largo del 2017 se ha visto que se suceden uno a uno los incrementos en ese rubro y no se avisora al menos hasta el momento que tenga previsto el gobierno alguna disminución a corto o mediano plazo.
Mientras tanto empresarios de todo tipo y la población sobre todo la que tiene un vehículo comprado con mucho sacrificio y lo utiliza como herramienta de trabajo, son quienes más sufren las consecuencias de una política errónea aplicada a gasolina, diesel, aceites y grasas, apuntó De León Fuentes.
El dirigente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados en la ciudad fustigó a los altos funcionarios federales que debieran frenar alguna manera el encarecimiento de los carburantes y no lo hacen para desfortuna de la ciudadanía.