Tras 50 días de trabajo de investigación que implicaron una serie de acciones e intervenciones de peritos en distintas materias, la Procuraduría General de Justicia del Estado, presentó ante un juez de control al probable asesino de Francisco Martínez de la Cruz, un hombre de la tercera edad que fuera degollado en el monte, donde cortaba leña a espaldas de la clínica 270 del IMSS.
Los hechos se registraron el cuatro de abril y tras de que familiares de la víctima lo identificaron, elementos del área de investigación de la UGI-3 se dieron a la tarea de buscar evidencias y con la colaboración de peritos de medicina forense, química forense, técnicas de campo y dactiloscopia, tardaron menos de 2 meses en demostrar que había elementos suficientes para imputar a Celso N, por el delito de homicidio calificado.
Precisamente Celso, llevaba amistad con la familia de don Francisco y fue él quien los condujo hasta el sitio donde estaba el cuerpo, luego de aparentar que él desconocía y que estaba ajeno a los hechos.
Sin embargo los investigadores examinaron las ropas que vestía el imputado, el día de los hechos y encontraron manchas de sangre que resultaron ser de la víctima, de acuerdo con resultados de química forense. Además se encontraron otros elementos que lo incriminan.
Tardaron 40 días para atar cabos y llegar a lo que consideraron las autoridades, como el esclarecimiento de un crimen cuyo móvil está impreciso, puesto que el individuo se ha negado a aceptar su participación.
Ayer en una audiencia que se celebró en el Centro Integral de Justicia, el juez de control le impuso como medida cautelar, prisión preventiva por el tiempo que dure el proceso y la defensa solicitó el plazo de 144 horas para que se resuelva sobre la vinculación a proceso.