Un hombre de complexión y estatura regular fue encontrado muerto y flotando en las turbulentas aguas del río Bravo a unos 5 kilómetros hacia el oriente del Puente Reynosa-Pharr.
Autoridades norteamericanas habían dado aviso a sus similares de México sobre el hallazgo, desde el pasado martes por la noche, pero debido a la falta de iluminación y por lo enredado del camino para llegar a las coordenadas que les enviaron, consideraron difícil dar con el lugar, por lo que esperaron hasta el amanecer.
Una cuadrilla de rescate acuático de Protección Civil desde temprana hora inició las maniobras de búsqueda y tras de unas dos horas, lograron ubicar el lugar y para facilitar a los investigadores su trabajo sujetaron el cuerpo con cordones de nylon y lo acercaron hasta donde los esperaban.
El cuerpo tendría aproximadamente unas tres semanas en el agua, pues ya había perdido gran parte de la masa corporal, los brazos se encontraban descarnados en su totalidad sus facciones habían desaparecido.
El cuerpo había servido de alimento a la fauna acuática y de igual manera el tiempo que permaneció en el agua provocó la descomposición y la exposición de algunas piezas óseas.
Como única pertenencia que traía en la bolsa trasera izquierda de su pantalón de mezclilla, era un par de calcetines.
En sus pies solo llevaba un tenis, el otro había desaparecido en el agua.
Los investigadores tuvieron que esperar por lo menos unas dos horas en las márgenes del río Bravo, mientras llegaba la lancha de rescate acuático al sitio donde previamente habían acordado.
Tras concluir las actuaciones peritos e investigadores ordenaron el traslado del cuerpo al SEMEFO, donde medicina legal habría de emitir su informe, tras la autopsia.
Se supone que podría ser uno de tantos que mueren en el intento por alcanzar el “sueño americano”.