Deja amorosa carta a su hijo una abuelita
Espera que en el momento de su partida su vástago la lea con lágrimas en los ojos y reflexione en la vida
Llegado el momento y casi seguro con muchas lágrimas, un hijo podrá leer la carta que sus padres le dejarán una vez que abandonen este mundo.
Una dama de la tercera edad, quiso compartir con la ciudadanía, su sentir acerca de su vástago, en estas páginas.
“Sólo le pido que por favor no ponga mi nombre porque quiero que sea hasta que yo muera, cuando mi amado hijo pueda leer lo que le estoy dejando escrito con todo el corazón y que he titulado: ‘‘a nuestro hijo”, solicitó la ‘‘abuelita’’, de casi 90 años de edad.
Querido hijo: lo que escribimos, lo entenderás a través del tiempo; nadie hará tu camino por ti. Sólo tú irás labrándolo y sembrando en él, lo que a futuro cosecharás. No te pedimos que seas igual a nosotros, procura superarnos; imítanos en lo bueno y evita nuestros errores.
No dependerás de nadie emocionalmente; define tus metas y cualquier decisión, tómala por ti mismo, aunque un buen consejo nunca sobra. Domínate a ti mismo, domínate antes de pretender dominar a los demás; para saber mandar debes primero aprender a obedecer; jamás digas no puedo, querer es poder y en todo, trata de ser el mejor. No toleres una mentira, pues sólo mienten los que nada valen.
El ahorro, aunado al trabajo rudo y perseverante, te ayudará a vivir una vejez tranquila, sin ser un peso para nadie; se honrado contigo mismo, ignora la crítica de la gente y sigue tu camino, recuerda que nadie pagará la renta de tu casa, ni te financiará tu ataúd; del árbol caído, todo el mundo hace leña; construye siempre en vez de destruir. Procura ser bueno con los que lo merecen, pero desconfía de la gente. Buscar un amigo, es como buscar una aguja en un pajar, pero si logras encontrarlo, cuídalo y defiéndelo como un gran tesoro.
Nuestro mejor anhelo, es que nos tengas como tus mejores amigos, más que como tus padres. Conócete a ti mismo, conócete si quieres llegar a conocer a Dios, que sí existe, porque tú, existes. Dios es amor, sencillez, no castiga, es bondad y nos da, lo bueno de la vida y del universo. Desecha todo lo que sean complicaciones que no pueden ser, de lo sencillamente sublime que Dios es y ha creado para nosotros.
La vida te conducirá a desear buscar y al fin disfrutar de la esencia de esa única vida que Dios te dio: la Paz y para conservar esta, tendrás que sacrificar muchas cosas, pero jamás renuncies a tu dignidad de ser humano.
Cuando alcances tu madurez y pienses en la compañera de tu vida, medita bien, no te dejes llevar ni por el físico por tu necesidad de calor, La única herencia que te dejaremos es la formación que adquiriste a nuestro lado, junto a los conocimientos de la escuela de la vida; esfuérzate, lucha, proyecta, vive, ama y ora.
Cuando alcances la madurez y pienses en la compañera de tu vida, medita bien, no te dejes llevar ni por el físico por tu necesidad de calor o, por el dinero; piensa que lo interior es lo que vale, lo que permanece y lo único que da paz.
No tengas ojos más que para tu pareja y, hagan su vida separados de padres, suegros, hermanos, cuñados, amigos o vecinos; defiendan su intimidad como la joya más preciada, ya que descuidarla, sería fatal. Así como la verdadera felicidad, está dentro de ti mismo, también está únicamente dentro de la pareja.
Tu matrimonio es como un diamante en bruto que debes ir tallando y puliendo personalmente día a día, es tu segunda educación. Queremos que seas nuestra mejor obra; esta es la llave de tu casa, úsala y cuantas veces nos necesites, ven a nosotros, mientras te vivamos, siempre te estaremos esperando.
Gracias querido hijo, por haber logrado que nosotros no hayamos vivido en vano y, por favor, ante todo: SE FELIZ. Tus padres.
DEJA TU COMENTARIO