El ‘show’ debe continuar
Cepillín una de las figuras más importantes de la televisión.
A sus 69 años de edad, Ricardo González Gutiérrez, mejor conocido como “Cepillín” se considera parte del pueblo. “¿Qué si soy una leyenda? Tal vez no”, dice.
Una de las figuras más importantes de la televisión reflexiona que le gustaría que lo recuerden como alguien que respetó al público que lo dejó entrar a sus hogares y a quienes intentó no ofender.
En su opinión sólo a los literatos, poetas o ensayistas los velan en Bellas Artes, “¿pero a un artista?”, se pregunta. Sin embargo, no le importa que le den o no el reconocimiento ya que lo ha recibido en la mirada de sus fans.
“Yo veo el amor en las personas, lo demás es una nomenclatura en la calle”, dice.
González Gutiérrez, goza de todas las cosas de la vida como pasar tiempo con sus hijos y nietos. Cada que puede toma dos minutos para maquillarse y generar entretenimiento familiar blanco, aunque acepta que por los problemas que ha sufrido de salud, como el que tuvo la semana pasada, ahora ve diferente sus últimos años.
Defiende que todavía hay figuras que se dedican a los niños y pide que se sigan abriendo los espacios, aunque reconoce que ahora el proceso se simplificó por los canales que Internet ofrece para crear para que surjan opciones como el regreso de “Big Brother” o vloggers como Werevertumorro.
“Existe la tecnología y el Facebook porque el mundo va evolucionando y la gente que está dispuesta a que algo lo entretenga busca la forma o el modo”, indicó.
Sin miedo a morir. El payasito de la televisión de niño fue monaguillo por lo que piensa que cuando muera nacerá a la vida eterna; aunque afirma que no le teme a la muerte, sabe que si la semana pasada no llega en ambulancia al Instituto Nacional de Cardiología, donde permaneció por cinco días debido a una insuficiencia cardiaca, podría haber muerto porque no aguantaba el no poder respirar. En Toluca fue tres veces al hospital para ponerse suero hasta que decidió trasladarse a la ciudad de México.
“Nunca me imaginé que podía morir tan fácil y tan rápido. Hace como un mes empecé a batallar para respirar; había un problema de disnea (falta de oxígeno) que se fue agravando”, dijo.
“Cepillín” no es tan fácil de vencer puesto que ha superado dos infartos. Con un tratamiento que incluyó diuréticos cree que es un milagro que hoy se sienta bien de un problema que creyó era de los pulmones.
“El cuadro fue muy grave porque el corazón estaba afectado el 70% y no bombeaba la sangre; no había más que te intervengan”, explicó.
Un gran recibimiento fue el que tuvo en su reincorporación al programa de “Raquel y Daniel”, donde siguió la rutina de siempre pues argumenta que nunca piensa en si puede fracturarse.
“(Los doctores) Me preguntaron cuántos años quería vivir y dije que mínimo cinco pero me dijeron que podía pedir hasta 10 ó 15, me levantó el ánimo y me permitió trabajar y brincar”. (México, D.F.)
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