Le falta un clásico

Feliz, orgulloso, Miguel Herrera se aferra al volante y pone a prueba sus dotes de conductor. Es el timonel de la nave azulcrema, que en el Clásico contra Chivas estrenó autobús y el próximo 19 de octubre, frente al Cruz Azul, espera pitar para llevarse el último Clásico del certamen, antes de encarar la Liguilla.
“Obviamente ganar los tres clásicos sería buenísimo”, anticipa, a bordo del vehículo provisional del equipo amarillo, el cual será sustituido en diciembre próximo por otro de mayor volumen. “Seguiremos pensando en eso, en que hay que dejar a la afición muy contenta en los clásicos, eso va a ser sensacional”, paladea “El Piojo”.
De entrada, Herrera precisa que en la jornada 14, los Cementeros no podrán tomar revancha de aquella final del Clausura 2013, porque “no se puede comparar ganar un título con un partido, aunque se trate de un Clásico. Un título es un título, y si no, pregúntales, ellos tienen 16 años sin ganarlo y obvio les cuesta. Sin embargo, es un juego importantísimo, porque además es un Clásico y queremos cerrar otro torneo ganando tres clásicos también”.
Luego de escuchar los alardes de Jerónimo Amione y Mauro Formica, sobre la supuesta superioridad de Cruz Azul sobre las Águilas, Miguel Herrera se sube al intercambio y desafiante acepta que “invencibles no somos”, pero sí presume la solidaridad y equilibrio de sus dirigidos, “por algo tenemos tantos goles, por algo somos la mejor defensa y somos los superlíderes, porque no hablamos nada más por hacerlo ante los medios, sino porque lo decimos abiertamente y en la cancha demostramos por qué estamos allá arriba”, asegura.
Incluso, bromista, le responde al cruzazulino Amione, luego de asegurar que La Máquina es mejor que el superlíder amarillo: “¿Le entendieron a Amione?”, cuestiona. “Yo lo tuve un año y no lo entendía. Es medio tartamudo”. (México, D.F. / SUN).