¡Tunde al árbitro!

A César Ramos le faltaron tamaños para ser el árbitro que todos esperaban y ayer le dio frío pitarle en contra al León.
Así definió Miguel Herrera las marcaciones del hombre de negro, quien, a juicio del técnico del América, terminó por sacar de sus casillas a los jugadores.
Incluso, el “Piojo” pidió a la afición americanista que presione y haga sentir el peso del Estadio Azteca, porque no sea que les vaya a tocar otro silbante así el domingo.
“Cuando la gente se mete con ellos, les da temor. Amonesta a Rubens (Sambueza) y a él le hacen cuatro faules seguidos; Aquivaldo va corriendo por toda la cancha y Boselli lo va jalando todo el tiempo, y no hace nada”, explicó.
“Al jugador lo van sacando de sus casillas. El arbitraje no fue factor, pero vamos a revisar esos dos penales (contra Sambueza y Luis Gabriel Rey) para ver si fueron definitivos”.
El “Piojo” admitió que el primer gol, del “Gullit” Peña fue un error de su defensa y deben evitar que ocurran de nuevo. Sin embargo, confía en que en casa van a remontar porque en general se jugó bien.
“Vamos con todo. La diferencia fueron los goles. No es hazaña (remontar), es jugar como lo hicimos hoy y nada más meterla”, apuntó.
Descartó que al equipo le esté pesando el hecho de que dejará la dirección técnica al finalizar el torneo para integrarse a la Selección Nacional.
“Me imagino irme (del América) como campeón y el equipo tiene los argumentos para hacerlo”, apuntó.
Tal fue el coraje de Herrera, que al salir de la conferencia de prensa intercambió algunos puntos de vista con Decio de María, presidente de la Liga MX, subiendo el tono de voz, en una conversación donde tuvo como testigos a Jorge Eduardo Gasso y a José Luis Cozatl, encargado de la logística del primer equipo del América. (León, Guanajuato / Reforma)