‘Nocaut’ final

José Sulaimán perdió la batalla a los 82 años de edad.
El tamaulipeco, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), falleció ayer en Los Ángeles, California, tras varias complicaciones que se presentaron en los últimos días de la cirugía cardiaca a la que se sometió el pasado 1 de octubre.
Una muerte que cierra un capítulo en el deporte mundial, pues tenía 38 años al frente del organismo boxístico, el más reconocido del orbe.
Fue una vida dedicada de lleno al boxeo, y donde su liderazgo lo llevó a ser una figura poderosa en los encordados. Su carácter también provocó peleas abajo del ring con boxeadores, promotores y televisoras, y todo por el negocio del boxeo, deporte al que entró cuando tenía 11 años de edad.
“Está en mi vida desde niño. Cuando tenía, creo, 11 años, me quedé de ver con unos amigos para una función de boxeo, y al pedirme el boleto, pues no tenía”, recordó en una ocasión el dirigente de origen libanés.
“Entonces recuerdo que faltaba un boxeador ‘botanero’, de esos que boxeaban rounds de 2 minutos, niños de 10 o 12 años que subían al ring, y pues así empecé en esto. Era en una arenita que estaba enfrente de mi casa en Ciudad Valles en San Luis Potosí”.
Su fallecimiento pone al boxeo mexicano contra las cuerdas, ya que Sulaimán siempre arropó al púgil nacional, lo que despertó enfrentamientos con promotores.
Durante su gestión tuvo la habilidad de rodearse siempre de figuras importantes, más allá del boxeo como Presidentes y líderes de otros países.
Al mismo tiempo fue precursor de entre todos los organismos boxísticos de implementar medidas de seguridad hacia los boxeadores.
El cuerpo de Sulaimán estaba programado para llegar esta madrugada a México procedente de Los Ángeles, pues los servicios funerarios serán este mediodía en el Panteón Francés. (México, D.F. / Reforma)