¿Cómo se mete en líos una buena lesbiana?

Hay un par de cosas que son muy evidentes: que el estado de Israel tiene ocupados territorios que no tendría que tener ocupados; que tiene 400 veces mas tecnología y armamento que Palestina y que siempre van a ganar; que hay palestinos que lo saben y ponen de escudos a mujeres y niños. No hay discusión en eso.
Lo que me interesa resaltar son las visiones del mundo.
Hace poco platicaba este punto con una amiga mexicana que vive allá. Le pregunté lo obvio: “¿Cómo le haces para vivir entre bombardeos?’’. Hágase de cuenta que está usted en la Comer y le suena la alarma para irse al búnker. Usted se va para el búnker y de pronto en el cielo se ven explosiones. Porque Israel tiene la tecnología para tronar las bombas antes de que caigan. Y ya. Puro estrés. Por otro lado -dice mi amiga- “aquí camino por la calle y nadie me está acosando, ni tengo miedo a que me asalten’’. Otra amiga fue a passar sus vacaciones allá volvió muy impresionada de cómo se ve y se siente la igualdad entre hombres y mujeres.
Tel Aviv es una de las ciudades más gay friendly del mundo. Recuerdo largas conversaciones con activistas israelíesen los Out Games de Copenhaggen 2009, donde me quedé impresionada por los grandes avances que tiene el Estado de Israel en ese terreno. En Tel Aviv en tanto lesbiana y mujer me podría sentir más segura que en casi cualquier lugar del mundo. Pero hay bombas. No cane, pero truenan. No hay acoso en la calle, pero el Estado israelí no tiene perdón por ocupar unos territorios que no le corresponden. Hay igualdad de género. Pero... pero.
No hace falta ahondar demasiado sobre el tema de los derechos de las mujeres en Palestina: no existen. Y sobre ser lesbiana ni hablamos, mejor te hubieras muerto de chiquita. Pero tienen razón: los territorios son suyos. No hay manera de que ganan por el lado de las armas. Pero los territorios son suyos. Y sí, como mujer occidental me cuesta trabajo comprender la cultura árabe y musulmana; no me gustaría vivir ahí ni en pedo y no por la guerra, sino por tener menos derechos que una vaca. Pero el Estado de Israel tampoco tiene justificación.
Sin embargo, lo que hace Israel es interesante en la medida de que construyen una sociedad igualitaria. Me pregunto si será eso lo quen está en juego: las visiones del mundo. ¿No vale la pena respetar a una sociedad que tiene los derechos humanos todos torcidos -según la visión occidental- pero tiene razón en lo que de su tierra es su tierra? ¿Vale más una visión del mundo igualitaria, que construye paz hacia el interior, pero que hacia el exterior es irreductible y necia con respecto a un territorio que no es suyo?.
Visiones del mundo. O sea, mi visión es más grande que la tuya.
La visión de la ciudadanía del pueblo de Israel me resulta muy empática. Me da susto pensar que una civilización igualitaria está sostenida en una capacidad armamentista gigantesca. Por otro lado, entre que Hollywood no ayuda con su visión chata y prejuiciosa del mundo árabe, y que yo voy mucho al cine y soy mujer, pues sí: me da susto lo musulmán, me da susto lo árabe. La información que tengo desde el activismo -más confiable que Hollywood- también es de terror. Repito y perdóneseme mi xenofobia, pero no, no me gustaría ser mujer y tener que vivir en Palestina con o sin Israel al lado.
Agora que tampoco me gustaría ser panista -también me da miedo en tanto mujer y lesbiana- y no por eso considero que deberíamos invadir de huevos el edificio del PAN de avenida Coyoacán para poner un Centro de la Diversidad Sexual, un Instituto de Estudios de Equidad de Género, una Clínica de Abortos o un Cabaret.
O sea, también detesto su visión del mundo. Pero su tierra es su tierra. (Por Ana Francis Mor / @anafrancismor)