Hijo del Santo inmortal

A punto de cumplir 32 años como profesional de los cuadriláteros, El Hijo del Santo concretó el sueño de ver convertida a la figura del personaje que porta en una obra de arte, luego de que el artista Omar de Regil secundara la creación de la irrepetible pose enmascarada.
El motivo era conmemorar las más de tres décadas de la última lucha de su padre, y el mismo período que, como continuador de la leyenda, cumplirá en octubre, así que cuando conoció a Omar no dudó en aceptar el reto.
“Uno percibe en la gente cuando hay un verdadero interés de hacer algo artístico, primero conocí a la figura en plastilina, a él lo conocí después y me agradó que tenga interés por el personaje, en especial por mi historia en los cuadriláteros y por eso decidí apoyarlo para darle vida a este proyecto”, afirma el ídolo.
Con el artista, comparte el deseo de que la gente se acerque al arte, “es algo que en lo personal también disfruto. Tenemos visiones muy similares y podemos hacer mucho más”.
—¿Qué tanto participó El Hijo del Santo en la creación?
“Soy muy crítico en todo lo que hago, quería que fuera un réplica exacta, pero él me hizo entender que no era el propósito y quedó un trabajo bonito que me gustó bastante. Su estilo es de primera intención, sin mayor acabado y es excelente.
Se trata, presume, de que El Santo no sea nada más de la cultura popular, “que todo lo que ha sucedido en la historia de plata sea parte de México, muchos aficionados a la lucha que nunca se había acercado al arte lo han hecho con algunas de las expresiones que como personaje hemos hecho, somos como un gancho para vivir más de cerca la cultura”. (México, D.F.)