La ‘playera prohibida’
José Antonio García, dueño de la empresa Garcís, pensó en un diseño que generara orgullo y admiración para la playera verde
Ciudad de México
Para la Copa Confederaciones de 1999, José Antonio García, dueño de la empresa Garcís, pensó en un diseño que generara orgullo y admiración para la playera verde.
Inspirado en lo que hacen países como Estados Unidos o Gran Bretaña se acercó a la secretaria de Gobernación, comandada entonces por Francisco Labastida, y le pidió el permiso para estampar el escudo nacional en el pecho del jersey.
“Y me autorizaron. Hice la presentación de la playera Garcís con el escudo nacional, mostrando el diseño que yo mismo había elegido, a mí se me ocurrió la idea, y de entrada no hubo problema, fue una sorpresa para todos, la prenda tuvo muy buena aceptación en el mercado, pero de inmediato el Congreso, los Diputados y en otros sectores comenzaron a decir que no podía utilizar el escudo”, recordó.
En cuestión de unas horas la polémica estaba instalada en diferentes ámbitos, no sólo en el deportivo y comercial.
“Tú ves que de repente en otros países utilizan los escudos sin ningún problema, y entonces yo pedí permiso a la Secretaría de Gobernación, al Licenciado Francisco Labastida, para poner el escudo de la bandera al frente de la playera, de inicio me lo dieron, por eso no vi venir todo el escándalo”, explicó.
García recordó que no tardó mucho en llegar una nueva misiva de parte de Gobernación donde le prohibieron que utilizara el escudo nacional.
“Me explicaron que me daban cerca de 15 días para sacar el producto del mercado, que finalizara con la venta de lo que ya tenía y después ya no volviera a sacar más”, abundó.
El empresario recordó que a pesar de tener una carta con el aval, prefirió no seguir montado en la polémica y el siguiente tiraje de playeras fue estampado con el escudo de la Federación Mexicana de Futbol.
Al final de cuentas fue con ese modelo que el equipo nacional, dirigido por Manuel Lapuente ganó la Copa Confederaciones, venciendo a Brasil en aquella inspirada Final en el Estadio Azteca.
“Si ahora buscas esta prenda por internet, es altamente cotizada por los coleccionistas que ahora la llaman la ‘Playera Prohibida’, seguramente hay muy pocas en el mercado”, mencionó.
Incluso el haber vestido a la Selección le redituó varias llamadas de Centroamérica, pues diferentes Selecciones buscaron a Garcís para que los vistiera en aquellos años.
“Tuvimos el balón y la playera, salieron campeones y la verdad que fue algo que celebramos todos, al final siempre te queda el aprendizaje”, detalló.
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