¡Las apariencias engañan!
Luego de ser acusado por lavado de dinero, el cantante de “Ni Diablo Ni Santo” y “La Sonrisa Obligatoria” se siente culpable de alguna manera en sólo abocarse a la cantada y no saber con qué tipo de gente se mezcla
Guadalajara, Jal.
El cantante de género regional mexicano, siempre se ha proclamado inocente sobre el señalamiento de lavado de dinero, que le impusieron hace un año autoridades de Estados Unidos, pero hay algo que lo hace sentirse “responsable”, y es no saber al 100 por ciento, quién o quiénes, están detrás de sus contrataciones artísticas.
“Somos muy afortunados por ser una agrupación que siempre ha tenido mucho trabajo. Son muchísimas empresas con las que trabajamos y si voy a hacer una negociación de shows, si voy a dar una rueda de prensa patrocinada, si voy a un restaurante, es muy difícil saber quién está detrás de todo eso. Uno solo va a trabajar”, dijo el chiapaneco.
A TENER CUIDADO
El intérprete de “Las Mulas de Moreno”, agregó que su caso puede servir de ejemplo para sus colegas.
“Creo que este asunto que estoy viviendo sirve para que mis compañeros lo tomen en cuenta, no sólo para los que se dedican al ámbito musical. A veces no se conoce a los que te están contratando y a dónde te pueden llevar”, enfatizó.
En agosto de este año, el artista dio a conocer que sus cuentas personales quedaron liberadas en México, aunque sus compañías están bajo análisis y la misma situación se da en territorio estadounidense, donde aún no puede tener negocios.
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